domingo, 7 de abril de 2024

Concierto de celebración del vigésimo aniversario del Proyecto Creciendo en Armonía


 

.Directora musical: Maestra Ulrike Flemming

.Orquesta Infantil; Orquesta Juvenil y Camerata del Proyecto Creciendo en Armonía.

.Capilla del Espacio Unzué, 5 de abril, hora 18,30.

 

            El concierto, que tuvo lugar en la bellísima capilla bizantina del  Instituto Unzué, permitió apreciar parte de los resultados de veinte años de trabajo del proyecto que, a iniciativa de la maestra Ulrike Flemming –quien creó una fundación en Alemania a efectos de financiar en gran parte el referido proyecto- y de la Asociación Servidoras de la Fundación Cultural Argentina, viene no solo formando músicos sino también llevando a cabo una amplia labor social.

 

            En el comienzo, la Orquesta Infantil, con la dirección del maestro Héctor Rodríguez, docente del proyecto y hoy violista de la Orquesta Sinfónica Municipal, abordó de Helen Burterworth, Entrada, Jazzy Beat, y Sword Dance  y de K. Badelt, Lavender y Moore un arreglo de Piratas del Caribe.

 

            Posteriormente, la Orquesta Juvenil, bajo la dirección de la maestra Ulrike Flemming, abordó la Obertura de la música de los reales fuegos de artificio de George Frederich Händel (1685-1759) y, seguidamente,  de la compositora Regine Nosske, la Suite Ecuador (1957) una  obra muy rica musicalmente, en lo melódico, rítmico y tímbrico. Rápida y variada, las frases de las flautas y el clarinete se destacan sobre la base de una cuerda que alterna la función de soporte armónico y llevar la melodía principal.

            Se trata de una obra muy interesante, poco frecuente y digna de ser conocida.  

              

            El programa prosiguió con la actuación de la Camerata, que abordó la Serenata en mi mayor opus 22 de Antonin Dvorak  (1841-1904).

            La Camerata está integrada por alumnos avanzados, algunos de ellos becados para continuar sus estudios en Buenos Aires, y docentes –entre ellos Aron Kemelmajer, Daniel Zucchiatti y Héctor Rodríguez- .

            Si bien se trata de una obra bastante temprana del gran compositor checo es muy elaborada en el aspecto formal y sus requerimientos musicales son muy grandes. Es extensa y utiliza numerosos recursos, lo cual la hace compleja.

            Muchos de los recursos del lenguaje posromántico están presentes en ella: a partir de un bellísimo motivo inicial y su respuesta va tejiéndose un rico tejido entre las distintas secciones de las cuerdas, en el cual el compositor emplea el aumento –tomar parte de un motivo y exponerlo a un tempo lento- como alternancia con la melodía central; la inversión parcial de un fragmento y la transformación motivíca en elementos vinculados al motivo inicial.

            El cambio dinámico es permanente: la variación de la intensidad de los volúmenes es parte de lo central del lenguaje de esta obra, así como el diálogo entra una y otra sección. Un ejemplo es el bellísimo Larghetto

            El contrapunto y el fugatto son recursos que –en esta mirada al pasado a la vez que al presente-  Dvorak utiliza: Por ejemplo, el Tempo di valse, en la sección que sucede a la inicial (AA´BB´AA´) incluye un cerrado contrapunto. El Finale, Allegro vivace está escrito como un complejo y extenso  fugatto que alterna con el tema inicial en un episodio final. El propio final es un marcado accellerando donde se produce, casi abruptamente, una subdivisión de 4/4 a 2/2.

            Basten estas referencias para apreciar que el solo el hecho de abordar esta obra es en sí significativo del nivel instrumental alcanzado en una muy buena versión de este opus tan entrañable del gran músico checo.

 

            El programa concluyó con la integración de la Orquesta y la Camerata interpretando la Danza Húngara nro. 5 de Johannes Brahms (1833-1897); Ceylon: Tango Malaya, de I. Andree/Ch Amann y Tico Tico no Fubá, de Z Abreu/J.Kazik (1880-1935)

 

            Orquestas Infantil y Juvenil y Camerata hicieron del concierto una presentación de los diversos niveles del trabajo de un proyecto que lleva dos décadas: fue desde la etapa inicial a una elaborada performance de una obra tan representativa como la serenata opus 22 de Antonin Dvorak.

           

 

Eduardo Balestena